La aterradora anciana de la carretera

Como fue de suponerse decidió disminuir la velocidad y mirar finalmente por el espejo, fue entonces cuando su cuerpo se paralizó del terror...

Soy originario del hermoso estado Mexicano, Tabasco. Territorio conocido por una bebida típica y muy arraigada a nuestros orígenes Olmecas, "el Pozol". De igual manera por su gente muy fiestera y creyente en mitos y leyendas que nuestros abuelos nos contaron desde cuando eramos unos niños. 

Acá es muy común el catolicismo pero actualmente a tomado seguidores el ocultismo, que por esta practica tengo un Tío que lee el libro negro y afirma traspasar paredes logrando así digamos una teletransportación. Quiero conservar en el anonimato mi nombre, contarles una experiencia la cuál le ocurrió a un vecino muy cercano mio.

Mi vecino cuenta era el año 2013, para ser mas exacto un viernes 13, casualidad o no, minutos antes para la 1 de la mañana. Ya no recuerda porque se vio en la necesidad de transitar a tan horas de la noche pero no olvida la niebla densa que obstaculizaba su visión. Tranquilamente paso a una gasolinera a llenar el tanque de su coche, aprovechó ir al wc y enseguida retomo su camino.

Recuerda la hermosa vista del cielo cuando subía el puente del bellote, a una pareja transitar por la orilla del mismo, la luna llena aclaraba el camino y a la inmensa laguna que hacia creer que tenía luz propia.

Podemos imaginar aquella naturaleza que muy pocos pueden apreciar. Nunca le paso por la mente al joven conductor que estaría frente a frente con un ente sobrenatural. A unos cuantos km para llegar a su casa hay una curva conocida como "la curva del ejido banco", mi vecino detalla que en esta misma curva pudo ver muy sorprendido a una anciana sentada a mitad de la carretera.

Esto le pareció muy raro... ¿que iba a ser una anciana sentada en la calle a las 12 y tantos de la madrugada? Sin encontrar una respuesta lógica y alentadora tomó la decisión de pasarle encima, porque si la esquivaba tenía la probabilidad salirse de la carretera y con tanta velocidad morir incrustado en la barda de contención.

Y asì lo hizo, el auto brincó de golpe, claramente pudo escuchar algo quebrarse como si se tratase de un poco de huesos con carne, supongo que saben lo que intento describir, mi vecino no se detuvo. Segundos después abrió los ojos pero no quiso mirar por el retrovisor, aguantó unos instantes las ganas.

Asegura que sentía remordimiento porque imaginaba a la pobre viejesilla muerta. Como fue de suponerse decidió disminuir la velocidad y mirar finalmente por el espejo, fue entonces cuando su cuerpo se paralizó del terror.

Claramente vio a la anciana sentada en el asiento de atrás, con una sonrisa diabólica agachó su cabeza, el hombre quedó inmóvil, no pudo ni gritar, solo en un abrir y cerrar los ojos la mujer desapareció. Sus familiares vieron llegar el auto pero nadie salia de su interior, decidieron abrir la puerta y ahí estaba todo ido sin poder hablar, ni moverse. Luego de un tratamiento Clínico y platicas con el psicólogo pudimos enterarnos bien de lo que había ocurrió aquella noche del 2013.

Pero la cosa no termina aquí, le conté con lujos de detalle esta aterradora experiencia a mi esposa y me asombro lo que me dijo. Ella supo que por alguna remota carretera de Veracruz igual se aparece esta espeluznante anciana a los traileros que viajan de madrugada.

Afirman que le pasan encima y sienten como las llantas traseras brincan pero después no ven nada a través de los retrovisores. Quizás no sabremos el origen de este ser, muy pocos saben de su existencia.

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